
6 IMÁGENES PARA 6 MESES…
José Javier Hernández, voluntario de ONGAWA.
Hacía tiempo ya que daba vueltas sobre cómo compartir de forma breve mi experiencia en Jinotega, con Ongawa, con los CAPS, en Nicaragua, con los compas y las comunidades…y es que es imposible resumirlo en palabras o en imágenes. Desde que volví muchos conocidos me han dicho que tenía cara de feliz, de estar bien y es que esta experiencia tiene parte de “culpa” en este estado anímico. Estas expresiones que habéis visto en mi cara son el mejor resumen. En cualquier caso, ahí van unas cuantas palabras y fotos de lo que han significado estos meses para mí.
Caminos…
Dentro de las tareas que se me asignaron, la principal era la de acompañar y fortalecer la capacidad de los CAPS (Comités de Agua Potable y Saneamiento) a gestionar técnica y administrativamente los sistemas de agua potable y equipos de saneamiento construidos dentro del marco del programa Terrena.
Dos trayectos para llegar a las comunidades donde trabajábamos, fueron los que más llamaron mi atención. El primero es el camino que llevaba a la Loma de Sacaclí y el Valle del Suní…pasando a través de una zona muy árida, con árboles con poca vida, polvo en el aire y pensando constantemente como podían conseguir algo fértil de esas tierras.
El segundo camino era radicalmente diferente, a pesar de encontrarse separados por menos de 15 kilómetros y es el que lleva a San Sebastián de Yalí a través de las comunidades de la Estación, Cerro Grande y Las Delicias. En este caso hablamos de vistas inmensamente verdes, cultivos básicamente de café, humedad, barro y lluvia frecuente…un bosque realmente denso y espectacular que esperemos que pueda conservarse durante muchos años.
Lo que no era diferente de un lugar a otro era la simpatía de la gente, la alegría, las ganas de hacer y de aprender y el espíritu de comunidad que les hace ir siempre hacia adelante.
Comunidades…
En cuanto al trabajo con los CAPS, prácticamente de forma semanal nos reuníamos para poner al día los libros de gestión, revisar dudas, comentar problemas con el sistema y en definitiva, trabajar juntos con el objetivo de conseguir que la comunidad pudiera garantizar la sostenibilidad futura de los sistemas. Llamaba la atención la gran implicación de los y las miembros de los comités, donde participan mujeres, hombres, jóvenes y mayores aportando cada uno su granito de arena de forma totalmente voluntaria y responsable.
Pude estar presente también en varias asambleas comunitarias en las que el CAPS rinde cuentas al resto de la comunidad. La participación era bastante alta y se agradecía muchísimo tanto el nivel de responsabilidad del comité como el interés del resto de la comunidad…en estas asambleas se escuchaba a todo el mundo sin excepción, todas las opiniones se respectaban y se comentaban…sólo se quedaban callados alguna vez que el chelito…presente 😉 … decía algo y no entendían ni pizca de su extraña forma de hablar el castellano.
Por encima de todo esto que os estoy contando está el resultado final…el agua…las historias que te contaban sobre de donde sacaban el agua antes, como de sucia estaba, el tiempo que tenían que dedicar a ir a buscarla, etc. Y todo esto viendo como a día de hoy sale agua limpia y saludable de la pila que tienen en el patio de su casa. Ver como este nuevo sistema funciona sin interrupción y ver su concienciación en la necesidad de hacer un mantenimiento periódico al mismo para que el agua esté a su alcance dentro de años como lo está hoy.
ONGAWA…
Y para acabar, todo esto no sería posible sin un equipo de trabajo capaz y comprometido detrás, tanto en Madrid como en Managua y Jinotega. Mi opinión es que ONGAWA es una ONG que trabaja muy seriamente y que gestiona los proyectos de una forma muy eficiente y organizada y, además, en ningún momento pierde de vista cuál es su objetivo prioritario. En el caso que os estoy contando, destinar todos los recursos a nuestro alcance para dotar a los y las beneficiarios/as de los mejores sistemas de agua y saneamiento posibles.
Por todo ello, ¡¡¡muchísimas gracias!!!