Agua y salud en Mozambique: resultados, aprendizajes y retos
En 2013 ONGAWA ha culminado el programa multisectorial de desarrollo que llevaba ejecutando desde 2007 en la zona rural de Cabo Delgado, una de las provincias más pobres de Mozambique. El programa ha permitido mejorar las condiciones de vida y el ejercicio de los derechos a la salud, al agua y saneamiento de 180.000 personas. Después de siete años de trabajo, es momento de valorar los resultados de desarrollo obtenidos, recopilar los aprendizajes y poner la mirada en los retos que quedan por delante.
Nuestro resultados
- 180.000 personas disponen de una mejor atención sanitaria mediante la dotación de servicios de agua, saneamiento, comunicaciones y energía de 18 centros de salud.
- 26.000 personas tienen acceso seguro y sostenible a agua potable y saneamiento en 28 comunidades.
- Se ha reducido un 45% las enfermedades de transmisión oral fecal, a través del acceso a agua y saneamiento y la mejora de las prácticas higiénicas.
Estos resultados suponen un cambio importante en las condiciones de vida y en el ejercicio de los derechos de miles de personas. Ahora ya no tengo que desplazarme horas para buscar agua y he podido ir al colegio al igual que mis hermanas y hermanos, nos contaba Hiranquina Horacio, de trece años, que vive en la comunidad de Chiute.
Pero esas mejoras serían inútiles si no se garantizara su sostenibilidad futura. ONGAWA trabaja codo con codo con administraciones locales (Direcciones Provinciales de Salud y Obras Públicas y Habitabilidad, Servicios Distritales de Ancuabe y Montepuez) para que los recursos y servicios producidos se gestionen eficazmente. El refuerzo de los organismos responsables de los servicios de salud, agua y saneamiento garantiza la adecuada planificación, seguimiento y mantenimiento de estos servicios públicos en el futuro.
La participación de las personas y colectivos implicados es también imprescindible para la sostenibilidad de los resultados alcanzados. Como dice María Teresa Assane, de la comunidad de Teúle: para que la fuente no se pare es necesario seguir con la participación y la organización comunitaria. En todas las comunidades dotadas con servicios de agua y saneamiento se ha creado y capacitado un Comité de Agua y Saneamiento, que es responsable de la gestión de la infraestructura y en el que participan hombres y mujeres de cada comunidad.
Además, se han fortalecido también ONG locales como AMEC, involucrada en la promoción del derecho al agua y al saneamiento en la zona de intervención, y que ha jugado un papel importante para garantizar el mantenimiento de las infraestructuras de agua en las comunidades.
Los resultados obtenidos por el programa no hubieran sido posibles sin la financiación de instituciones como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional (AEXCID), la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, la Comunidad de Madrid y las diputaciones de Cáceres y Badajoz, así como de diversas entidades privadas y, sobretodo, sin el apoyo de nuestros socios y socias.
El trabajo realizado es en todo caso menor que el que queda por hacer en Mozambique. A pesar de los altos niveles de crecimiento económico, el país es todavía uno de los más pobres del mundo. Más de la mitad de la población no tiene acceso a una fuente segura de agua y todavía menos a algún tipo de saneamiento, por lo que el trabajo de ONGAWA se centra en una de las prioridades nacionales, compartida por el gobierno y por las principales instituciones multilaterales.
Seguimos apostando por garantizar el acceso equitativo y sostenible a servicios básicos. Actualmente trabajamos en la consolidación de una alianza multiactor para mejorar la gestión del servicio de agua en Manhiça, ciudad al norte de Maputo en la que viven 150.000 personas. La alianza, en la que participarán empresas públicas y privadas españolas del sector, promoverá la creación de una empresa municipal para la gestión del servicio, así como un plan de mejora de las infraestructuras.