
La desigualdad, principal reto pendiente para el Relator de Naciones Unidas sobre los derechos al agua y al saneamiento
Los avances de los últimos años en agua y saneamiento no deben esconder una realidad preocupante: la desigualdad. Así de contundente estuvo Léo Heller, Relator Especial sobre el derecho al agua y saneamiento de la ONU en las IX Jornadas de Derechos Humanos al Agua y Saneamiento, que organizó la ONG Ongawa el pasado 14 de diciembre. La jornada, que reunió a expertos del sector, se realizó con el apoyo del Fondo de Cooperación para el Agua y el Saneamiento y la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El relator alabó durante la conferencia el papel de España en el reconocimiento de los derechos humanos al agua y al saneamiento (dhays) e hizo referencia a los retos que supone la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): “El éxito obtenido con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) esconde brechas de desigualdad muy claras en un continente como América Latina, como las que existen entre ricos y pobres, las zonas rurales y urbanas o entre hombres y mujeres. Los promedios esconden desigualdades”, afirmó.
Para Heller los grupos desfavorecidos deben ser priorizados en base al principio de no discriminación y los ODS deben pensarse desde la perspectiva de los derechos humanos. Durante su ponencia el investigador brasileño también destacó la necesidad de la solidaridad: “No podremos alcanzar el acceso al agua y saneamiento sin la cooperación internacional”.
El experto de la ONU mostró una especial preocupación por retraso de las metas de saneamiento (todavía hay 2.4 mil millones de personas viven sin acceso a saneamiento mejorado) y por las 1.6 millones de personas que todavía mueren por enfermedades causadas por la falta de agua y saneamiento”. Y destacó la importancia del estado para mejorar el acceso y combatir las enfermedades hídricas.
En la última parte de la sesión, que tuvo lugar en la AECID, el relator abordó las brechas de género y cómo las mujeres y niñas sufren más la ausencia de agua y de letrinas: “En género, la mirada neutral es una mirada discriminatoria. Los proyectos de agua suelen ser hechos por hombres y para hombres”, explicó.
Entre las medidas para enfrentar el problema reiteró la necesidad dar visibilidad a los casos de violencia sexual relacionados con la búsqueda de agua o el uso de letrinas, en los casos en los que las fuentes o letrinas están en zonas oscuras o lejanas. También comentó la cantidad de horas que las mujeres pierden cargando agua, una actividad fundamentalmente femenina en los países en vías de desarrollo. Además, animó a afrontar el problema teniendo en cuenta los tabúes culturales y fomentando la participación de las mujeres.
Tras la conferencia el relator se reunió también con las ONGD españolas y participó en una reunión de trabajo con el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento de la Cooperación Española. Por la tarde protagonizó una tertulia en La Casa Encendida organizada por ONGAWA en la que conversó con ciudadanos y organizaciones sociales sobre las dimensiones globales y nacionales de los derechos al agua y al saneamiento.