Mujeres luchando por su derecho al agua en Sololá (Guatemala)

Las mujeres como Dominga lo tienen difícil en las comunidades rurales de Guatemala: cargan con el peso de las tareas de cuidados y del abastecimiento de agua para sus familias, pero son invisibles en la gestión comunitaria del recurso hídrico y excluidas de los espacios de decisión. Cuando van a las asambleas de sus comunidades escuchan en silencio mientras los hombres debaten y deciden: si tienen propuestas sus maridos las hacen en su nombre.  

El programa que se lleva a cabo en siete comunidades indígenas del Departamento de Sololá, junto a Pies de Occidente y la Mancomunidad de Tzolojya y con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, está cambiando el papel de las mujeres en la gestión del agua. A través de procesos de formación y empoderamiento, Dominga y sus compañeras luchan por visibilizar y reducir las brechas de género que sufren en sus comunidades, y porque sus voces y demandas se incorporen a los espacios de decisión y planificación.

Para que esos cambios sean eficaces y se mantengan en el tiempo, el programa trabaja con instituciones como las Comisiones Municipales y Comunitarias de la Mujer y la Dirección Municipal de la Mujer fortaleciendo sus capacidades para promover la igualdad de género y fomentar la participación femenina. El papel en estos procesos de mujeres como María Teresa Tzaj, Directora Municipal de la Mujer de Nahualá, es fundamental.

Cambiar el rol de las mujeres en la gestión del agua pasa también por ganar aliados entre los hombres de sus comunidades. Manuel de Jesús Tambriz es uno de ellos. Forma parte del Comité de Agua de su comunidad y ha participado en los talleres de formación y reflexión sobre igualdad de género que se han llevado a cabo este año.

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