
Nicaragua: sembrando agua, cosechando vida
Jamás de los jamases habíamos podido ver que la gente gozara de tener las 24 horas del día el agua en sus viviendas y de calidad. Margio Herrera vive en la comunidad del Valle de Suní en el Departamento de Jinotega, una de las áreas más pobres de Nicaragua. Forma parte del Comité de Agua Potable y Saneamiento (CAPS) de su comunidad, uno de los que han participado en el programa de ONGAWA para garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento en zonas rurales del país.
A través de este programa, y con la colaboración de las administraciones locales y organizaciones sociales como La Cuculmeca y FUMDEC, se ha proporcionado agua potable a más de 4000 personas. Para asegurar la sostenibilidad de los resultados obtenidos se han fortalecido en sus capacidades de gestión más de 100 Comités de Agua Potable y Saneamiento (CAPS), que son los órganos responsables de la gestión de los sistemas de agua potable y saneamiento.
La participación de las mujeres en estos espacios de decisión sobre la gestión del agua es otro de los ejes prioritarios del proyecto. El proyecto de agua potable era de una gran necesidad, y las mujeres tuvimos una participación muy activa, dice Aura Victoria, de la Comunidad del Valle de Suní. 178 mujeres se han formado en la Escuela de Lideresas provomovida por ONGAWA junto a la organización FUMDEC, capacitándose para la participación y el ejercicio de sus derechos.
ONGAWA trabaja en Nicaragua desde 1995. Desde 2004 se interviene en el Departamento de Jinotega para mejorar la gestión del agua y el territorio en los municipios de San Rafael del Norte, San Sebastián de Yali y La Concordia. Para ello ha contado con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) , de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, de la Comunidad de Madrid, de la Diputación de Ciudad Real y de la UPM entre otras.