
Prácticas productivas sostenibles para adaptarse al cambio climático
La población rural en Nicaragua es especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático: las sequías o el aumento de plagas afectan duramente a los medios de vida de personas y comunidades que apenas tienen margen para la adaptación.
Desde 2013 ejecutamos en los municipios de San Sebastián de Yalí, San Rafael del Norte y La Concordia un proyecto para mejorar los sistemas productivos de los campesinos, aumentando su capacidad para adaptarse al cambio climático y contribuyendo a la gestión sostenible de los recursos naturales de la Reserva Natural de los Cerros de Yalí.
En este tiempo se han mejorado las prácticas de 95 productores, en una extensión de 1.465 hectáreas, que han permitido la protección y conservación de 10 fuentes de agua que abastecen a 8.800 personas. Los campesinos han recibido asistencia técnica para elaborar Planes de Manejo Sostenible, basados en el café y otros cultivos, y han podido acceder a los Mecanismos Financieros de Sostenibilidad Ambiental para desarrollar sus planes de inversión y mejorar sus capacidades productivas.
El papel de la mujer en este tipo de procesos de cambio es central. El proyecto ha fortalecido a las cooperativas y las organizaciones de mujeres de los tres municipios para aumentar sus capacidades empresariales y productivas. El 96% de las mujeres que han participado en el proyecto han mejorado sus ingresos y son capaces de adquirir al menos el 42% de la canasta básica de alimentos.
El modelo de intervención que este proyecto ha implementado en la Reserva Natural de Cerros de Yalí supone una experiencia exitosa en la que la concertación de distintos actores (productores, poblaciones urbanas, administraciones, etcétera) converge con la conservación de recursos naturales y la protección de áreas clave para el abastecimiento de agua. El modelo ofrece una vía para cerrar el círculo virtuoso de sostenibilidad ambiental, promoción del Derecho al Agua y mayores oportunidades económicas para las personas y comunidades más vulnerables, y se espera que pueda ser replicado y escalado en otros contextos.