¿Qué puede significar la Cumbre de Río+20 para la lucha contra el hambre?
José Mª Medina Rey, Campaña “Derecho a la alimentación. URGENTE”
En estos días se inicia la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible RIO+20. Uno de los temas que deben estar en la agenda es la seguridad alimentaria mundial y cómo ésta se ve afectada por el cambio climático y por erróneas políticas o ausencia de las mismas.
Aunque podamos encontrar diferencias en las predicciones sobre su impacto, en este momento la evidencia del cambio climático es ampliamente reconocida. Existen mediciones de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por países; sabemos quiénes son los principales responsables del cambio climático, pero la debilidad del sistema de Naciones Unidas y la falta de gobernanza en algunos temas de la agenda global están permitiendo que los grandes emisores de GEI sigan poniendo en peligro la estabilidad climática del planeta.
La gran paradoja es que las poblaciones que más contribuyen al cambio climático son las que, en general, sufren con menor intensidad sus consecuencias, y las poblaciones que menos contribuyen a las emisiones de GEI, que viven en situación de mayor vulnerabilidad y pobreza, son las que sufren con mayor virulencia sus consecuencias. Se estima que los países en desarrollo soportarán entre el 75% y el 80% de los daños provocados por las alteraciones del clima.
Los impactos del cambio climático, en unos casos ya visibles y en otros previsibles, pueden ser muy variados: aumento de la temperatura media global, alteraciones en los regímenes de lluvias con ampliación de las zonas afectadas por la sequía, desaparición de especies vegetales y animales, inundaciones en zonas costeras como consecuencia del aumento del nivel del mar, proliferación de los fenómenos climáticos extremos, etc. Todo ello tendrá un impacto cada vez mayor sobre las condiciones de vida de la humanidad.
Una de las actividades humanas que guarda intensas relaciones con el cambio climático es la producción de alimentos, que se puede ver muy afectada por los efectos del cambio climático, traduciéndose en la reducción de la capacidad de producir alimentos en muchas zonas del planeta y, por tanto, en el deterioro de la seguridad alimentaria.
Precisamente los países en desarrollo, en los que vive la inmensa mayoría de la población agrícola, suelen tener una mayor dependencia de la agricultura y, por tanto, su economía puede verse más afectada por los efectos del cambio climático. Alrededor de una cuarta parte de la población mundial vive de la agricultura familiar campesina, ubicándose en las zonas rurales más marginales, con suelos frágiles, con mayor vulnerabilidad frente al cambio climático y menor capacidad de adaptación al mismo. ¿Qué compromisos pueden esperarse de RIO+20 al respecto?
La campaña “Derecho a la alimentación. URGENTE” presentó el pasado 19 de junio el libro “Cambio climático y derecho a la alimentación”, que hace una síntesis de las relaciones entre cambio climático, seguridad alimentaria y derecho a la alimentación, así como la necesidad de respuestas tanto adaptativas como mitigadoras frente al cambio climático.
Descarga el libro Cambio climático y derecho a la alimentación en PDF