Saneamiento Universal: Nuevos Retos, Nuevas Oportunidades

Más de 300 personas, representantes de los gobiernos de la región, agencias de cooperación y ONGs, así como especialistas y académicos, se dieron cita en Panamá del 29 al 31 de mayo para discutir y concertar un acuerdo regional sobre saneamiento. ONGAWA estuvo representada por Sonia Wheelock, que  resume en esta nota las principales conclusiones.

Imagen: COSUDE

“Saneamiento universal, nuevos retos, nuevas oportunidades” fue el lema de la III Conferencia Latinoamericana de Saneamiento III LATINOSAN, llevado a cabo en Ciudad de Panamá del 29 al 31 de mayo. Más de 300 personas vinculadas al sector de agua y saneamiento, representantes de los gobiernos de la región, agencias de cooperación y ONGs, así como especialistas y académicos se dieron cita en este III LATINOSAN, cuyo lema se deriva del objetivo propuesto por sus organizadores de concertar un acuerdo entre los países de América Latina y el Caribe para lograr la meta de una cobertura universal de los servicios de saneamiento, con calidad y equidad.

El evento se enmarca en las actuales discusiones para la definición de los compromisos internacionales que relevarán a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), después del 2015. Se ha anunciado que la meta actual de reducir para el año 2015 a la mitad la población que en 1990 se encontraba sin acceso a saneamiento básico en la región latinoamericana según las estimaciones actuales no será posible de cumplir. El nuevo horizonte temporal propuesto para alcanzar el saneamiento universal en la región se ubica en el año 2030, lo cual representa un reto importante ya que se considera que todavía hay aproximadamente 24 millones de personas en la región que practican la defecación al aire libre por no contar con una instalación adecuada de saneamiento.

Durante la Conferencia los especialistas y funcionarios de las diferentes instituciones representadas, mostraron evidencia que contrastaba la importancia que tiene invertir en saneamiento para mejorar las condiciones de vida y también para favorecer el desarrollo de los países, y por otro lado, demostraba la poca atención que históricamente ha recibido el sector:

  • La falta de saneamiento cobra más vidas que la malaria, pero los programas dirigidos a contrarrestar la enfermedad son mucho mejor financiados que el saneamiento.
  • Estudios en India demuestran que existe una vinculación entre la falta de saneamiento en el retardo de crecimiento en los niños por desnutrición crónica, lo cual también afecta su capacidad de aprendizaje
  • 26 países de África y Asia pierden 80 mil millones de dólares al año de su economía nacional debido a la falta de saneamiento

Además de estos argumentos a favor de considerar el saneamiento como un factor decisivo en el desarrollo humano, la presencia de la Relatora Especial de Naciones Unidas sobre el Derecho Humano al Agua y Saneamiento, así como muchas otras intervenciones, recordaron que ante todo, el Saneamiento es un derecho humano, y que esto obliga no solo a trabajar por garantizar la universalidad de la cobertura de los servicios, sino también a revisar sus condiciones de disponibilidad, acceso y calidad; y por otro lado, a priorizar a aquellos grupos desfavorecidos de la población.

La Declaración de Panamá firmada por los representantes oficiales de los gobiernos de la región, recogió las principales inquietudes y demandas derivadas de las discusiones durante el evento, incluyendo un compromiso con la realización del DHAS, trabajando para reducir las inequidades en el acceso a servicios de saneamiento adecuados y seguros.

Sonia Wheelock es Coordinadora de Proyecto Derecho Humano al Agua de ONGAWA en Nicaragua

Más información

Declaración de Panamá

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