Tiempos para intensificar la solidaridad y la lucha contra la pobreza
Declaración de la Coordinadora en la Asamblea celebrada el pasado 25 de marzo de 2011.
Hace 25 años que se creó la Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España.
A lo largo de este tiempo, los enormes cambios sufridos por el mundo han convertido al contexto internacional en una realidad notablemente diferente a la que nos vio nacer. Un cambio que ha tenido también consecuencias para el mundo de la cooperación internacional y la lucha contra la pobreza.
En primer lugar, en nosotras mismas, las organizaciones que conformamos la Coordinadora. Desde entonces hemos fomentado la transparencia y buen gobierno, hemos promovido la profesionalización y la participación de las personas en los
procesos de desarrollo. Las ONGD hemos evolucionado manteniendo firmemente los principios en los que nos cimentamos.
La Cooperación Española también ha vivido una importante evolución gracias a la contribución de múltiples actores como las Administraciones Estatal y Autonómicas, los partidos políticos firmantes del Pacto de Estado Contra la Pobreza, las universidades y centros de estudio, las organizaciones sociales y la ciudadanía que nos apoya. En estos años, la cooperación ha conseguido un amplio consenso social en paralelo a una presencia internacional relevante.
En este aniversario asistimos a un profundo cambio en el sistema de cooperación internacional que nos obliga a reflexionar sobre nuestro papel como organizaciones de la sociedad civil comprometidas con la lucha contra la pobreza. Entendemos que, ahora más que nunca, debemos adaptarnos a los cambios del entorno, eso sí, manteniendo esos valores y principios que nos vieron nacer Valores que, sin duda, también comparten los más de dos millones de personas que, de una forma u otra, apoyan nuestro trabajo.
Este cambio de tendencia, coincide con varias crisis globales (económica, alimentaria, medioambiental) generadas por un sistema internacional que es en esencia injusto; un sistema que genera infinitas ganancias para una mínima parte de la población y enormes dificultades para la inmensa mayoría, especialmente las poblaciones más desfavorecidas.
En este contexto , REAFIRMAMOS
– Nuestros valores fundacionales que nos hacen trabajar, tal como se recoge en nuestros estatutos, “por un mundo libre de pobreza y capaz de gestionar eficazmente los desastres humanitarios, en el que prima la justicia social y la distribución equitativa de los recursos existentes y los derivados de un desarrollo social, económico, cultural y políticos, en el que todas las personas sin discriminación, pueden ejercer su derecho a participar de forma equitativa para mejorar constantemente su bienestar”.
-La necesidad de colocar a las personas y sus necesidades por encima de intereses económicos, financieros y lógicas de mercado que atentan contra los derechos humanos e incrementan las desigualdades.
-La necesidad de las organizaciones de adaptarse a los nuevos contextos, fortaleciendo su vinculación social y sirviendo como cauce de participación de una ciudadanía crítica y responsable. Todo ello, desde el estricto cumplimiento del Código de Conducta y de la Herramienta de Transparencia y Buen Gobierno.
-En un mundo más interconectado que nunca, somos puente entre sociedades, entre ciudadanías que exigen otros sistemas de relación internacional en los que prime la justicia y el respeto por los derechos humanos. Apoyamos y fortalecemos, desde muchos lugares del mundo, una ciudadanía crítica con capacidad para demandar y ejercer plenamente sus derechos.
Hacemos un LLAMAMIENTO
-A la ciudadanía para que, desde una reflexión crítica e informada, continúe participando activamente no sólo en las actuaciones que le proponemos desde las ONGD, sino en las distintas opciones que le permiten hacer efectiva su participación ciudadana. Informémonos, en primer lugar, para conocer realmente las causas reales de la pobreza y de las estructuras injustas que rigen el planeta. Hay cientos de actuaciones diarias que podemos llevar a cabo para
contribuir a un mundo justo. Ahora que se acercan las elecciones, optemos por un voto desde una responsabilidad ciudadana informada.
-A los actores de la cooperación española. En un momento como el que vivimos es necesaria una acción concertada de todos y cada uno de los actores de la cooperación internacional. Sólo así evitaremos un retroceso. Los avances conseguidos deben ser consolidados y ampliados, debemos iniciar sin demora un proceso de relanzamiento del sistema de cooperación.
-A los partidos políticos firmantes del Pacto de Estado contra la Pobreza en el 2007, para que en un periodo de elecciones renueven su compromiso de lucha contra la pobreza incorporando en sus programas electorales y en sus posteriores funciones de gobierno o de oposición los consensos básicos alcanzados en estos años.