Una alianza público-privada para el inodoro ecológico popular

Desde Nicaragua, Jorge Álvarez-Sala relata una solución tecnológica que ISF ApD está aplicando para resolver los problemas del saneamiento en el ámbito rural y la búsqueda de apoyos públicos y privados.

Jorge Álvarez-Sala, representante de ISF ApD en Nicaragua

Cada día paso por delante, pero no fue hasta recientemente que una compañera me hizo prestar atención a una tienda de fachada ostentosa con el nombre Absolute Solutions. Recuerdo cómo hacíamos bromas sobre preguntar si esas soluciones absolutas eran muy caras o si podíamos permitirnos comprar alguna de ellas.

La tienda resulta ser la distribuidora de algo tan “terrenal” como inodoros y otros elementos sanitarios, y el destino ha querido que esta semana haya tenido que conocer al gerente de la empresa.

La empresa, en realidad se llama Incesa Standard y es la única empresa que fabrica inodoros en Nicaragua (el resto de marcas importan estos productos).

La verdad es que lo de absolute solutions es un nombre que tiene bastante que ver con la solución que queremos darle a un problema nacional, como es el del saneamiento rural en zonas dispersas.

Mientras en las ciudades lo normal es evacuar las heces instalando un inodoro que se conecta a una red de alcantarillado (que en el mejor de los casos termina en una depuradora), en las zonas rurales de Nicaragua esta solución no es viable.

En la actualidad, la solución para el saneamiento rural es la construcción de una letrina seca, es decir, un agujero de 1 metro cúbico de capacidad con una losa y una caseta. Esta solución, cuesta unos 300€/familia, y tiene una vida útil de 3 años, es decir, una solución inviable.

Desde hace dos años, Ingeniería Sin Fronteras está buscando una solución (no sé si absoluta) al problema del saneamiento rural, y hemos encontrado una tecnología: El inodoro ecológico popular.

A este tipo de inodoro le hemos eliminado el sifón, de modo que los excrementos caen literalmente en un tubo hasta un bidón de plástico enterrado de unos 200 litros de capacidad.

En ese bidón se produce (o debería producir) una fermentación anaeróbica que elimina los patógenos. El bidón está conectado a una zanja drenante que hace que la fracción líquida se infiltre en el suelo y la fracción sólida quede retenida en la zanja.

Los primeros inodoros ecológicos populares se instalaron hace dos años y la gente está muy contenta con ellos, además el gobierno quiere incluirlo en su menú de opciones. Sin embargo, no hay un estudio serio sobre su inocuidad y funcionamiento. Y ahí es donde entramos nosotros.

Alianzas para el desarrollo

Ingeniería Sin Fronteras va a iniciar un programa que pretende crear alianzas entre actores de la empresa privada, ONG e instituciones públicas para trabajar a favor del desarrollo.

Una de estas alianzas espera evaluar y sacar una versión mejorada del inodoro ecológico popular. De este modo, esperamos que la empresa Incesa Standard fabrique un nuevo modelo de inodoro que no tenga sifón y que sea de bajo costo (unos 10€).

Por otra parte, la Universidad Politécnica de Madrid, y la Universidad Nacional de Ingeniería de Nicaragua trabajarían en la evaluación y mejora de la tecnología.

ISF realizará un pilotaje de los nuevos modelos en el marco del programa Terrena. En dos o tres años, Nicaragua debería tener una alternativa a las letrinas actuales, adaptada a las condiciones del medio rural centroamericano.

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